miércoles, 12 de diciembre de 2012

Santuario de Chimayo, por Bob Yackel

Observar el Santuario de Chimayo a través de los ojos de los artistas (pintores, fotografos, escultores, etc.) es otra manera de descubrir la belleza y espiritualidad de este lugar.


















By Bob Yackel

El Santuario de Chimayo, por Bob Yackel

Observar el Santuario de Chimayo a través de los ojos de los artistas (pintores, fotografos, escultores, etc.) es otra manera de descubrir la belleza y espiritualidad de este lugar.
















 por Bob Yackel

Cuadro de la Sagrada en el Santuario de Chimayo



















El cuadro reproduce una imagen JesúsMaría y José en una instantánea muy familiar. Jesús está jugando con María a las puertas del Santuario. José ha recogido unas flores para ofrecérselas al niño y a su madre. Los tres están bajo un árbol muy frondoso. Y es que al Santuario no sólo llegan personas buscando un milagro para sus problemas sino también muchas familias que vienen a pasar el día en un lugar que parece estar más cerca del cielo.

El cuadro fue donado el viernes 18 de febrero (2011), por Nidia y Gilbert Martínez. Nidia me dijo: "Este cuadro es para usted, es un regalo que queremos hacerle". Nidia me conoce desde hace tiempo, así que no le sorprendió mi respuesta: "Gracias, te lo acepto en nombre de los Hijos de la Sagrada Familia; lo vamos a mostrar en el Museo del Santo Niño de Atocha y la Sagrada Familia, que es un lugar público y mucha gente podrá disfrutarlo. Nidia, que es algo mandona, volvió a decir: "Bueno, usted haga lo que quiera pero este cuadro Gilbert y yo se lo regalamos a usted".

NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES EN EL SANTUARIO DE CHIMAYO



Nuestra Señora de los Dolores, Santuario de Chimayo.

Hay al menos dos maneras de asimilar el sufrimiento, el dolor y la pérdida. Para algunos, el sufrimiento, el dolor y las perdida son siempre negativos, un sin sentido, un escandalo, mala suerte, mal de ojo...; para otros, el sufrimiento, el dolor y la pérdida son imprescindibles en nuestro desarrollo emocional y espiritual; de hecho, son tan importantes que sin ellos no podriamos madurar, llegar a ser adultos.

El cristiano da un paso más: también en el sufrimiento y en dolor estamos llamados a dar testimonio de nuestra fe y amor. Porque es en el dolor y en la pérdida cuando mejor damos testimonio de nuestro equilibrio y esperanza.

Los 7 dolores de María:
- La profecía de Simeón en el templo.
- Persecución de Herodes y huída a Egipto.
- Jesús perdido en el templo, por tres días.
- María encuentra a Jesús, cargado con la cruz.
- Crucifixión y muerte de Jesús.
- María recibe a Jesús bajado de la cruz.
- Sepultura de Jesús.


















Nuestra Señora de los Dolores, Santuario de Chimayo.

FOTOS: Diciembre





La capilla de la Sagrada Familia, en el Santuario de Chimayo, era un establo abandonado

Asi era:































Se trata de un establo abandonado que durante los últimos treinta años almacenaba chatarra. Este granero dista apenas cincuenta metros de la capilla del Santo Niño de Atocha, en el Santuario de Chimayo.

Después de la restauración y remodelación:
































La capilla está abierta a todos los peregrinos y visitantes.

Imagen del Peregrino


Peregrino de Chimayo

1810-2010

El Viernes Santo se cumplirá el 200 aniversario del hallazgo del crucifijo del Cristo de Esquipulas en Chimayo, por Don Bernardo Abeyta. Desde entonces, las cartas de los párrocos al servicio del Santuario de Chimayo, los estudios de historiadores y antropólogos, las noticias y documentales de los periodistas, hablan de una riada de peregrinos fluyendo hacia el Santuario.


(Detalle)

Había llegado el momento de hacer un homenaje a los peregrinos. Ellos también son fuente de inspiración para los creyentes. Y este homenaje ha llegado en la forma de una imagen que reproduce al peregrino de los valles y montañas del norte de New Mexico. La imagen ha sido instalada frente al Santuario para el disfrute de todos, especialmente de los peques y sus padres, que ya lo han escogido como el icono más idoneo para la foto en familia.

La imagen del peregrino fue traída de Mexico con la ayuda del matrimonio Gilbert y Nidia Martínez de Santa Fe.

lunes, 3 de diciembre de 2012

SANTUARIOS: LUGARES DE NUEVA EVANGELIZACIÓN, por Julio González, S.F.

Puedes leer el artículo en la revista del Santuario de Chimayo, n.1

El pasado mes de octubre el Santo Padre Benedicto XVI llamó a todos los bautizados –obispos, sacerdotes, diáconos, religiosos consagrados, padres y madres de familia, empresarios y obreros, intelectuales, artistas, deportistas, estudiantes...– a una nueva evangelización. Desde el 11 octubre de 2012, que es también el 50 aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II y el 20 aniversario de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica, hasta la fiesta de Cristo Rey (24 de noviembre del 2013) los católicos celebramos el AÑO DE LA FE.

La familia: primera escuela del evangelio

Hasta hace unas décadas la fe había ido pasando de generación en generación, primeramente en
el hogar, sin grandes sobresaltos para la mayoría de las familias. Las parroquias y las escuelas católicas ayudaban a los padres a educar a los hijos en conformidad con los valores del evangelio. Éstos se mostraban agradecidos no solamente por la comida y el vestido que recibían sino también por la fe y los valores que les enseñaban. Sin embargo, hoy las creencias y los valores de los padres entran a menudo en conflicto con las prioridades y las creencias de los hijos. La tensión generacional no pasa desapercibida tampoco entre abuelos y nietos.

Algunos adultos recuerdan con nostalgia cuando las opiniones de los mayores eran respetadas y asumidas sin apenas cuestionarse. Eran otros tiempos. Entonces, el argumento de autoridad, es decir, el criterio de los mayores, prevalecía sobre la opinión y el conocimiento de los jóvenes.

A nivel popular y entre la jerarquía el argumento de autoridad funcionó durante muchos siglos no solamente en la misión evangelizadora sino en todas las áreas del conocimiento.

Encuentro con Cristo y testimonio

Hoy, la Iglesia nos llama y pide a todos los bautizados una Nueva Evangelización en donde el argumento de autoridad ha renunciado a sus privilegios porque ha cedido el primer puesto de la nueva evangelización al encuentro personal con Cristo y al testimonio. Sin el encuentro personal con Jesús de Nazaret y sin un testimonio de vida, tanto de los individuos como de las comunidades de fe, que ponga de manifiesto este encuentro con Dios y con los demás, la transmisión del evangelio a las nuevas generaciones está en serio peligro de no producirse.

Santuarios: lugar de encuentro y nueva evangelización

El Santo Padre ha recordado a las familias que no están solas. La comunidad de fe, en la parroquia y en la escuela, siempre debe estar disponible para prestarles su apoyo y sabiduría. Ahora, Benedicto XVI nos vuelve a recordar que los santuarios también han sido y deben continuar siendo de una manera más significativa e inspiradora si cabe, lugares de encuentro, oración, celebración y profundización de la fe.

La comunidad religiosa de los Hijos de la Sagrada Familia al servicio del Santuario de Chimayo ha recibido con entusiasmo la exhortación de Benedicto XVI de hacer de los santuarios lugares
de búsqueda y encuentro, diálogo y comunión, penitencia y reconciliación, conversión y celebración.

El desafío no es fácil puesto que en el Santuario de Chimayo no hay todavía establecida una comunidad de vida religiosa pero los hijos de San José Manyanet (1834-1901), a quien el papa Juan Pablo II llamó apóstol y profeta de la Sagrada Familia, desean que la espiritualidad de la Sagrada Familia y los dones nazarenos de la hospitalidad, consejo, humildad, profecía, perdón, alegría, agradecimiento..., estén siempre al alcance de todos los peregrinos y visitantes.

Durante los 200 años de historia del Santuario de Chimayo muchos peregrinos se han arrodillado ante la imagen del Cristo de Esquipulas y el Santo Niño de Atocha para compartir con ellos sus gozos y tristezas. Durante todo este tiempo, el Santuario se convirtió en un lugar de paso principalmente hacia Santa Fe, Albuquerque y Taos. Pero ha sido durante los últimos sesenta años, al haber habido sacerdotes disponibles para la confesión y la dirección espiritual, cuando los grupos de jóvenes, matrimonios y familias, han multiplicado sus visitas y el tiempo que pasan en el Santuario de Chimayo.

Es inevitable que muchas personas lleguen al Santuario de Chimayo atraídos tan sólo por la curiosidad del turista y los talleres de fotografía, pero la intención de los religiosos Hijos de la Sagrada Familia y el personal que atiende las dos capillas (del Cristo de Esquipulas y del Santo Niño de Atocha) y el Centro de Información y Bienvenida don Bernardo Abeyta es que Chimayo, además de un foco de cultura (donde los tejedores, artesanos, santeros y productores de chile y manzana son indiscutibles protagonistas), sea también un foco de espiritualidad y devoción para todas las generaciones de cristianos y para aquellos que siguen buscando...

El calendario del Santuario

La información de las celebraciones, retiros, procesiones y actividades que tienen lugar en el Santuario de Chimayo, así como el calendario de visitas (grupos juveniles, grupos folklóricos de danza, asociaciones de la tercera edad, peregrinaciones, visitas de obispos y párrocos con sus feligreses, autoridades...) se dan a conocer a través del Centro de Información y Bienvenida del Santuario, y también pueden consultarse en la web oficial del santuario: www.holychimayo.us, o a través de Facebook.

Lugar de sanación

El Santuario de Chimayo es muy conocido como lugar de sanación física, emocional y espiritual. Por este motivo se le ha llamado el Lourdes de America, en alusión al santuario mariano francés donde, tanto las apariciones de la Madre de Dios como muchas curaciones extraordinarias han recibido el reconocimiento oficial de la jeraquía católica.

Es necesario, sin embargo, darse cuenta de que el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes se construyó en 1866, a saber, cincuenta años más tarde que el Santuario de Chimayo (1813-1816), y la Basílica del Rosario de Lourdes se inauguró en 1889.

No podemos hablar de apariciones en el Santuario de Chimayo puesto que el origen de la capilla de Nuestro Señor de Esquipulas está ligado al hallazgo en 1810 del crucifijo que tiene el mismo nombre, mientras que la capilla del Santo Niño de Atocha se construyó en 1857 en acción de gracias por la curación de su primer dueño don Severiano Medina.

La jerarquía de la iglesia católica nunca se ha pronunciado sobre los testimonios de aquéllos que dicen haber recibido una gracia especial en el Santuario de Chimayo y los Hijos de la Sagrada Familia tampoco lo hacen, pero la respuesta del P. Casimiro Roca, S.F. –primer sacerdote que se puso al servicio de los peregrinos y visitantes– a quienes preguntan por la iglesia de la tierrita milagrosa no pasa desapercibida a nadie: “Esta capilla no es de la tierrita sino de Nuestro Señor de Esquipulas”.

ADOBE: Dando a la tierra lo que pertenece a la tierra, por Julio González, SF.

Puedes leer el artículo en la revista del Santuario de Chimayo, n.1

Iglesias de adobe

New Mexico está poblado de bellas iglesias y misiones cuyo material principal es el adobe. Quienes todavía no conocen este material deben empezar por recordar que el adobe es una masa de barro (arcilla y arena) mezclada con paja, moldeada en forma de ladrillo y secada al sol. El adobe no tiene la misma consistencia que la roca o el ladrillo pero si no se abandona el mantenimiento las iglesias de adobe son siempre seguras y confortables.





















Iglesias de adobe en Chimayo

El Santuario de Chimayo se construyó entre 1813 y 1816. Los materiales que se utilizaron fueron adobe (paredes) y madera (vigas, puertas y ventanas). Hay tres misiones y una iglesia en la región que destacan por su construcción de adobe y merecen ser visitadas por peregrinos y turistas:

- la misión de san Antonio de Córdova, a 5.3 millas del Santuario de Chimayo;
- la misión de Nuestra Señora del Rosario de Truchas, a 10.1 millas del Santuario de Chimayo;
- la misión de san José de las Trampas, a 16.8 milas del Santuario de Chimayo;
- la iglesia de Santa Cruz de la Cañada, a 8.1 millas del Santuario de Chimayo.

El visitante encontrará información de estos lugares (historia y horario de visitas en la web del Santuario de Chimayo: www.holychimayo.us)

La salud del adobe

Durante Septiembre y octubre, los visitantes del Santuario de Chimayo descubrieron una imagen de la capilla que no habían visto antes. Parte del estuco de las paredes había sido extraído para dejar al descubierto el material original -adobe-, con el que se construyó. La razón para exponer los ladrillos de adobe ha sido favorecer su conservación y matenimiento. Las alarmas saltaron en la Arquidiócesis de Santa Fe cuando una de las paredes de adobe de la iglesia de San Antonio de Padua, en Cuesta (norte de New Mexico), se vino abajo. Desde entonces, las iglesias y misiones de adobe han recibido la visita de una comisión de especialistas en el mantenimiento del adobe para garantizar la buena conservación de los lugares de culto.





















El estuco y la humedad, enemigos de adobe

Hace varias décadas que muchas de las iglesias de adobe del norte de New Mexico se enjarraron con estuco para cubrir el adobe. ¿Por qué? La respuesta es simple: cada año había menos voluntarios que se prestaran a enjarrar la iglesia del pueblo con barro y adobe como durante generaciones se había venido haciendo. El adobe necesita mantenimiento cada año. De modo que se buscó una solución para proteger el adobe de las inclemencias del invierno y evitar así el mantenimiento continuado. Durante años el enjarre de estuco pareció ser la mejor solución. Sin embargo, al enjarrar los edificios de adobe con estuco, en vez de con barro, se origina un serio problema a medio y largo plazo. Si el adobe se moja cuando llueve o nieva, entonces, necesita “respirar”, es decir, secarse al sol para no deteriorarse y convertirse en polvo de barro. Pero el estuco con el que se han recubierto las paredes evita que el sol sanee de una manera natural la humedad que absorbe el adobe, especialmente durante el invierno, y ésta ira deteriorando el adobe de la estructura hasta poner en serio peligro la estabilidad de las paredes.

Además, como el estuco recubre las paredes no se puede evaluar a simple vista el estado de conservación en que se encuentra el adobe. Este es el motivo por el que la Comisión para la Preservación de las Iglesias y Misiones de Adobe de la Arquidiócesis de Santa Fe pidió que se quitase el estuco que cubre las paredes del Santuario de Chimayo y de otras muchas iglesias y misiones del arzobispado.

Aunque la petición es razonable, nos pareció que no era viable para el santuario. Extraer todo el estuco de las paredes exteriores obligaría a enjarrar cada año la capilla con barro, lo cual, si debe adjudicarse a una empresa porque no hay voluntarios en nuestro vecindario es muy caro. Por este motivo, el Santuario de Chimayo examinó varias alternativas y se puso en contacto con los párrocos de otras iglesias de adobe de la arquidiócesis que tienen o han tenido al mismo problema.

La compleja restauración de la iglesia de San Miguel, en Socorro (sur de New Mexico) y, más concretamente, la solución a la que han llegado sus responsables para conservar sus paredes de adobe en buen estado, nos pareció que podía aplicarse también en el Santuario de Chimayo.

Después de extraer muestras de las paredes del santuario para examinar la “salud” del adobe y comprobar su buen estado, se decidió exponer a la intemperie la parte inferior de las paredes, que son las que más sufren la agresión de la humedad y nos pueden indicar con exactitud el grado de deterioro del adobe. El área expuesta deberá enjarrarse con barro cada año a partir de ahora pero el lugar y extensión de esta superficie está al alcance del personal de mantenimiento del santuario.

















Cambios en la población local

Más preocupación nos provoca la conservación y el futuro de las misiones de San José de Gracia, en Las Trampas, San Antonio, en Córdova, o Nuestra Señora del Rosario, en Truchas. La población autóctona de los pueblos no solamente está envejeciendo sino que también ha decrecido de una manera alarmante durante las útimas cinco décadas, hasta el punto de que estas comunidades se están transformando lentamente en áreas semi-deshabitadas donde unas pocas familias tienen su segunda residencia para alejarse durante unas semanas o meses del bullicio de las ciudades.

La buena conservación y el mantenimiento de las iglesias y misiones de adobe es hoy un desafío tanto para las parroquias como para el arzobispado y los responsables del patrimonio histórico y cultural de la región pues estamos hablando de edificios catalogados como histórico-nacionales.

BEATIFICACIÓN DE PEDRO ROCA TOSCAS, S.F., (1916 - 1937) RELIGIOSO Y MÁRTIR. Un hermano del P. Roca, PEDRO ROCA TOSCAS, será beatificado el 27 octubre de 2013.

El P. Casimiro Roca Toscas, S.F., fue el primer sacerdote al servicio del Santuario que residió en Chimayo. Antes que él, los sacerdotes venían de Santa Cruz de la Cañada (Española) para celebrar misa en el Santuario una vez al mes.

Miles de sacerdotes, monjas y fieles católicos fueron martirizados durante la guerra civil española (1936-1939). Entre ellos hay también Hijos de la Sagrada Familia, la congregación religiosa al servicio del Santuario de Chimayo.

En la década de 1950, El P. Casimiro Roca, S.F., dejó su comunidad religiosa de Santa Cruz de la Cañada, en Española, Nuevo México, para comenzar una nueva parroquia cercana a las familias y misiones del valle de Chimayo. Desde entonces, la vida del P. Casimiro Roca ha estado ligada al Santuario de Chimayo.

Uno de sus hermanos, Pedro Roca, S.F., forma parte del grupo de 19 mártires (18 religiosos y el laico Sebastián Llorens), que compartieron la espiritualidad y misión de los Hijos de la Sagrada Familia y que serán beatificados el 27 de octubre de 2013.

Pedro Roca Toscas estudiaba teología en Barcelona, España, cuando la guerra civil española estalló en 1936. Pedro era un joven seminarista alegre y servicial que, además, tenía un talento natural para la poesía. Desde Barcelona se trasladó a su pueblo natal, Mura, para intentar cruzar la frontera y, a través de Francia, llegar a Roma para finalizar sus estudios antes de ser ordenado sacerdote. No iba solo, otros cuatro compañeros caminaban con él: su hermano Pablo, José, Francisco y Pedro Ruiz. Todos encontraron el mismo destino.

Reconocidos por los enemigos de la iglesia católica, fueron detenidos y conducidos a Barcelona. En prisión se les interrogó y torturó. ¿Cuál fue su crimen? Tener fe en Dios y ser católicos.

Cuando la madre del P. Casimiro Roca supo que sus hijos, Pedro y Pablo, habían sido asesinados, le dijo a Casimiro, el menor de todos los hermanos: “Pedro y Pablo ya no están con nosotros, de modo que tú estás llamado a hacer el trabajo de los dos”.

Casimiro Roca consiguió salir de España un año después y llegar a Roma donde finalizó sus estudios de teología y fue ordenado sacerdote.

Los Hijos de la Sagrada Familia dan testimonio de que el P. Roca siempre intentó trabajar por dos: Pedro y Pablo.

SANTUARIO DE CHIMAYO 1813-2013: Hace 200 años... colocación del primer ladrillo de adobe Entrevista a CHARLES CARRILLO, Ph.D., historiador y santero.


Puedes leer la entrevista en la revista del Santuario de Chimayo, n.1






















SANTUARIO: Charles, preséntate y explícanos tu interés por la historia del Santuario de Chimayo.

CHARLES CARRILLO: Mi nombre es Charles Carrillo. Mi familia hechó raíces en New Mexico hace muchas generaciones. Mi interés por el Santuario tiene al menos tres motivos: mi abuela Ignacia Abeyta Carrillo tenía una gran devoción al Santo Niño de Atocha. Vivía en Abeytas, New Mexico, y era descendiente de don Bernardo Abeyta. De niño me llevaba con ella en peregrinación a la capilla del Santo Niño en Zuni. Le llevábamos ropa y zapatitos. Tengo un grato recuerdo de aquellas peregrinaciones con mi abuela. Siendo adolescente conocí la historia del Santuario de Chimayo y me di cuenta de que nuestras peregrinaciones eran como las que otras familias hacían al Santuario de Chimayo. La tradición de llevarle zapatitos al Santo Niño de Atocha es una manera de expresarle nuestra fe y esperanza. Cuando conocí a la que hoy es mi mujer, Debbie Trujillo -ella es de Abiquiu-, hablábamos mucho de nuestras tradiciones familiares e íbamos a menudo al Santuario para rezar. En 1980 nació mi hija, Estrellita de Atocha y nuestras visitas al Santuario se multiplicaron. Por esos años surgió mi fascinación por la tradición de los santeros y comencé a tallar santos. En el Santuario encontraba inspiración. Casi al mismo tiempo empecé un doctorado en antropología en la Universidad de Nuevo México. Me interesaba sobre todo el Nuevo México de la época colonial y empecé a coleccionar todo lo que encontraba sobre el Santuario. Fue el principio de una proyecto que dura 30 años y continua. Brevemente, tengo una triple conexión con el Santuario: 1. La devoción del Santo Niño; 2. Mi hija Estrellita de Atocha, y 3. Mi archivo e investigación histórica sobre el Santuario y don Bernardo Abeyta.

SANTUARIO: Hace 200 años se colocó el primer ladrillo de adobe del Santuario con la aprobación del Obispo de Durango, México, y el apoyo del P. Sebastián Alvarez, de Santa Cruz de la Cañada; sin embargo, la capilla dedicada al Cristo de Esquipulas era una capilla privada y pertenecía a don Bernardo Abeyta. ¿Era esto normal en aquel tiempo?

CH. CARRILLO: Aunque tener una capilla no estaba al alcance de muchas familias, algunas sí pudieron construir la suya. En aquella época se construyeron tres capillas con licencia en Santa Fe, y muchas otras en los pueblos y placitas de Nuevo México. Los Genízaros (esclavos nativos americanos) también tenían tres capillas propias. Había dos capillas privadas en la región de Talpa y otras capillas privadas se construyeron en Albuquerque. La mayoría ya no existen.

SANTUARIO: ¿Por qué la historia de las dos capillas del Santuario de Chimayo ha sido distinta de las otras capillas con similares características en Nuevo México?

CH. CARRILLO: El Santuario es diferente, su historia es única por ser un lugar de sanación. La investigación que he realizado junto con otro estudioso de la materia, Felipe Mirabal, muestra que años antes don Bernardo Abeyta construyó una hermita en el mismo lugar. Los peregrinos venían para rezar una novena al milagroso Cristo de Esquipulas. Debido a la afluencia de peregrinos, don Bernardo decidió construir una capilla más grande. No debemos olvidar que además era mercader y el Santuario vino a ser no sólo un lugar de oración y devoción sino también un lugar donde los peregrinos compraban o cambiaban bienes y artículos religiosos. El número de visitantes fue en aumento al mismo tiempo que la devoción al Señor de Esquipulas también se extendía. La capilla vecina de los Medina, construida décadas más tarde, propició cierta competencia y, desde entonces, todo el Potrero empezó a considerarse como un lugar de peregrinación y devoción. El Santuario de Chimayo se convirtió, entonces, en una icono de la espiritualidad católica del Nuevo México colonial.

SANTUARIO: ¿Quién era don Bernardo Abeyta para los vecinos de Chimayo en 1813?

CH. CARRILLO: Estoy convencido de que mucho antes de que don Bernardo comenzara la construcción del Santuario ya era un lider entre los vecinos de Chimayo. En mi opinión, don Bernardo fue la persona que introdujo la Hermandad de Sangre de Cristo, más tarde conocida como La Cofradia de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Mi investigación indica que él fue quien introdujo la devoción al Cristo de Esquipulas incluso antes de que el Santuario se construyese. En resumen, don Bernardo Abeyta unió aún más a la comunidad con una espiritualidad. No debemos que olvidar, además, que fue un mercader listo y hombre de negocios.

SANTUARIO: Conoces muy bien el trabajo de los hermanos Aragón y Molleno en el Santuario de Chimayo. Estos santeros, junto con otros, nos hacen pensar en una Edad de Oro del arte religioso en esta parte del mundo hace siglo y medio. Pero el norte de Nuevo México estaba muy lejos de ser importante en el Nuevo Mundo. ¿De dónde vinieron estos artistas? ¿Es una coincidencia que don Bernardo Abeyta, los hermanos Aragón y Molleno se encontrarán en Chimayo?

CH. CARRILLO: Hace unos años publiqué con José Antonio Esquibel, un estudio sobre los primeros santeros en Nuevo México. Todos los pintores y escultores conocidos en Nuevo México de los siglos XVIII y XIX están catalogados en los archivos documentales como “pintores, escultores o maestros”. Creo que muchos que están catalogados como carpinteros también tallaban imágenes. Los dos Aragón eran hermanos. José Manuel Benavides, conocido hoy como el Santo Niño Santero, era su primo, y José Atenacio Casados era cuñado de los Aragón. Todos estos artistas, incluido Molleno, estaban emparentados. Todos procedían de la Villa de Santa Fe y formaban parte de una cofradía de maestros de obras religiosas.





















SANTUARIO: In 1857, don Severiano Medina construyó una segunda capilla dedicada al Santo Niño de Atocha. Desde entonces, ha habido épocas en que esta nueva capilla parecía más importante que la construida por don Bernardo Abeyta para acoger el crucifijo del Señor de Esquipulas. Pero también la capilla de los Medina pasó por un tiempo de abandono hasta que fue vendida al Arzobispado de Santa Fe, seguiendo los mismos pasos que la capilla de don Bernardo Abeyta. ¿A qué piensas que se deben estos altibajos en las creencias y tradiciones de Chimayo?

CH. CARRILLO: Un estudio reciente sugiere que la capilla de los Medina pudo haber comenzado siendo una morada o lugar de encuentro de los penitentes. Si esto es cierto, la comunidad olvidó el origen de esta capilla. También creo que se produjo una sana competición en la comunidad y la familia Medina supo sacar provecho rivalizando con la capilla de don Bernardo Abeyta. La devoción al Santo Niño de Atocha parece haberse desarrollado mucho durante ese tiempo y puede explicar la cercanía de ambas capillas compitiendo por la atención y el apoyo de los vecinos y visitantes.

SANTUARIO: Estás escribiendo un libro, “el libro” según algunos amigos, sobre el Santuario de Chimayo. ¿Qué temas son los que más te interesan y quieres que el lector encuentre en tu libro?

CH. CARRILLO: Junto con el historiador Felipe Mirabal, estoy escribiendo un libro conmemorativo que explique la historia del Santuario desde su origen hasta la actualidad. Mi deseo es contar la historia de una devoción muy arraigada en Chimayo y entre los creyentes que peregrinan al Santuario. Quiero explicar a los lectores la historia completa: la vida y la época de don Bernardo Abeyta, su historia y la del Santuario como un lugar de devoción al Cristo de Esquipulas, y el desarrollo de esta devoción a través de las peregrinaciones al Santuario.

SANTUARIO: ¿Crees que el Santuario de Chimayo puede influir en las personas que vienen de otros países y culturas, o seguirá siendo la capilla de la comunidad local y un lugar donde vender productos regionales a las familias del valle tal y como lo fue hace doscientos años?

CH. CARRILLO: El Santuario continurá transformando las vidas de quienes llegan hasta aquí. Muchos no son creyentes, sin embargo, yo creo que con el tiempo “entenderán” nuestras tradiciones. La fe de mis antepasados continuará inspirando a las nuevas generaciones.